lunes, 23 de febrero de 2009

Ricardo Palma


Ricardo Palma fue hijo de Pedro Palma Castañeda y de doña Guillermina Soriano Carrillo; nieto paterno de Juan de Dios Palma y de Manuela Castañeda. Nació en Lima el 7 de febrero de 1833. Desde joven tiene escarceos con la política desde el bando de los liberales, lo cual le lleva a participar en una conjura fallida contra el Presidencia del Perúpresidente Ramón Castilla y MarquezadoRamón Castilla que resulta en su destierro a Chile durante tres años. La política le deparará los cargos de Cónsul del Perú, Senador por Región LoretoLoreto y funcionario del Ministerio de Guerra y Marina. Pero fueron las letras la actividad en la que destacó. Desde temprano empieza a escribir poesía y piezas teatrales, asimismo a realizar colaboraciones en Periódico publicaciónperiódicos del Perúpaís. Tiene una gran presencia en la prensa satírica, en la que es un prolífico columnista y uno de los baluartes de la sátira política Perúperuana del Siglo XIXXIX. Empieza colaborando en la hoja satírica El Burro para ser posteriormente uno de los principales redactores de La Campana. Más delante funda la revista La Broma.
También es un colaborador asiduo de publicaciones serias como El Mercurio, El Correo, La Patria, El Liberal, Revista del Pacífico y Revista de Sud América. También actúa como corresponsal de periódicos extranjeros durante la Guerra del Pacífico.
En 1878, se ve publicada la primera serie de su obra capital Tradiciones Peruanas.
A lo largo de su vida va publicando artículos Historiahistóricos, trabajos de investigación como Anales de la Inquisición de Lima e incluso estudios lexicografíalexicográficos sobre la variedad peruana del Españaespañol.
El éxito cosechado por sus Tradiciones y su incansable quehacer intelectual convierten en una figura reconocida en vida no solamente en su país sino en todo el mundo de habla hispana, que lo acoge como uno de los escritores clásicos de prosa más amena del continente Américaamericano. Es miembro correspondiente de la Real Academia Española, la Real Academia de la Historia y de la Academia Peruana de la Lengua así como miembro honorífico de la Hispanic Society de Nueva York. En 1881 participa en la defensa de Miraflores durante la batalla de Miraflores del 15 de enero de 1881, en el Reducto Nº 2, al mando del coronel Ramón Ribeyr, donde las tropas Chileinvasores luego de la Batalla de Mirafloresbatalla, incendiaron la Mirafloresciudad incluyendo su casa. En 1883, es nombrado director y restaurador de la Biblioteca Nacional del Perú.
Contrajo matrimonio con Cristina Román Olivier; siendo padre de varios hijos. Su hijo Clemente Palma fue un destacado escritor, autor de cuentos fantásticos, generalmente de terror e influidos por Edgar Allan Poe y su hija Angélica Palma fue una de las fundadoras del movimiento feminista peruano. Muere en la localidad Lima limeña de Apuntes históricos de Miraflores Lima Miraflores, en 1919.
Don Ricardo Palma estuvo en 2 oportunidades cerca de perder la vida; la primera fue en 1854 cuando trabajaba en un barco como contador de la armada peruana y este se hundió, como él no sabía nadar un marinero fanático de él lo salva; la segunda fue en el combate del 2 de mayo, cuando aún estaba en el ejército, él estaba en el torreón de La Merced bajo el mando de José Gálvez y éste lo manda en comisión de telégrafos y 2 minutos después de abandonar el torreón, éste es destruido por una bomba enemiga.

Producción literaria
Su Obra literaria convencional (poesía principalmente) queda, desde sus primeras colaboraciones en la prensa, desplazada por relatos cortos que narran en forma satírica y plagada de giros castizos las costumbres de la Lima virreinal. Empiezan a ser publicados en prensa bajo el nombre de Tradiciones. Este estilo de cuadro de costumbres lo inscribe, por la época de su eclosión y por su temática (no así por su forma, completamente original) dentro de lo que podría considerarse (no sin críticos al respecto) Romanticismo peruano. De este modo tenemos en las Tradiciones un referente romántico similar a los cuadros de costumbres de Larra o a las Leyendas de Bécquer.
Son las Tradiciones la obra más significativa y definida de Ricardo Palma. Empiezan a editarse como tales bajo el nombre de Tradiciones Peruanas que aparecerán en nueve series y dos adicionales a lo largo de la vida del autor. Es esta obra la que define a Palma como creador de un género literario netamente peruano: el Tradicionismo y lo que lo convierte a él en el tradicionista por antonomasia. De una inicial temática virreinal y de la Conquista, las Tradiciones van extendiendo su narración de hechos anecdóticos a las primeras décadas de la República, dedicándose una gran cantidad de relatos a historias sobre los Libertadores y la Guerra de la Independencia. De forma marginal existen algunos relatos de tradiciones precolombinas, como Palla-Huarcuna o La achirana del inca.
Aparte de las Tradiciones, publica Anales de la Inquisición de Lima o Monteagudo y Sánchez Carrión (ambos de carácter histórico), también Verbos y Gerundios (poesía), asimismo Neologismos y Americanismos, Papeletas Lexicográficas (frutos de su trabajo lingüístico), Cachivaches (artículos literarios), Recuerdos de España, El Demonio de los Andes (sobre el lugarteniente de Gonzalo Pizarro, Francisco de Carvajal), La bohemia de mi tiempo...
Merece destacarse la publicación póstuma de Tradiciones en Salsa Verde, en la misma línea que Tradiciones Peruanas pero conformada por relatos de índole picante que nunca fueron entregados a la imprenta por miedo a escandalizar a una Lima moralista


Cartas personales

En 1999, una conocida firma de remates de Londres puso a la venta un lote de 50 cartas que Ricardo Palma había enviado a un amigo argentino. El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú convenció a la Biblioteca Nacional de ese país para que participase en la subasta. Habían pasado más de 50 años desde que el Perú no compraba patrimonio en el extranjero. Hoy estas cartas se encuentran en custodia en la citada biblioteca. Recientemente (2005-2007), la Universidad Ricardo Palma ha editado, en tres volúmenes, el Epistolario de Palma. Sin embargo, hay el convencimiento de que aún hay muchas cartas por hallarse.

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